lunes, 11 de agosto de 2014

TRAJANO: El emperador Hispano

Busto de Trajano
Marco Ulpio Trajano nació en Italica (actualmente Sevilla), en la provincia romana de Hispania. Aunque su familia procedía de Italia, se había instalado en la Península Ibérica muchos años atrás, lo que convertía a Trajano en el primer emperador nacido fuera de Italia. Su familia tenía una impresionante reputación militar, lo que complació tanto a la guardia pretoriana como al ejército.

Anteriormente su padre había sido gobernador de Siria, y Trajano se había distinguido como colaborador de Domiciano en las guerras Dacias. En el año 91 d.C. Trajano obtuvo su primer consulado y se las arregló para evitar el reino de terror que Domiciano había desencadenado en Roma.
Tras la muerte de Domiciano, Nerva fue proclamado emperador en septiembre del año 96 d.C. y al no tener el apoyo de la guardia pretoriana, rápidamente garantizó un traspaso de poder libre de problemas, permitiendo que Trajano, que tenía el apoyo militar gobernara junto a él.

Cuando Nerva murió a principios del año 98 d.C. Trajano se estaba preparando para otra guerra contra los dacios y no regresó a Roma inmediatamente para proclamarse emperador, sino que continuó con los preparativos durante más de un año. Al regresar, tuvo un gran gesto: entró en la ciudad a pie, una señal de humildad que le granjeó el apoyo de los ciudadanos romanos de a pie.

Detalle de la Columna de Trajano
Trajano tuvo un gran éxito como emperador, y hasta consiguió expandir el Imperio. Entre los años 101 y 106 d.C. orquestó una campaña contra los dacios, los dacios fueron derrotados y la Dacia pasó a ser una provincia romana. Al año siguiente Trajano anexionó la región de Nabatea y creo así una nueva provincia árabe dentro del Imperio. Tras sus conquistas Trajano volvió al año siguiente a Roma para dedicarse durante siete años a mejorar la calidad social de las ciudades, con la construcción de puentes, calzadas y el Foro de Trajano que contó con muchos comercios nuevos y con la famosa columna homónima de 30 metros de altura para conmemorar sus victorias  en la Dacia, también construyó un puerto en Ostia para aumentar el suministro de cereales a Roma.

Tras siete años de vida civil, Trajano se moría de ganas de volver al ejército. La oportunidad le llegó en el año 113 d.C. cuando una disputa dinástica en Armenia le dio el pretexto que necesitaba para invadir Partia, el eterno rival de Roma en Oriente. Trajano triunfó. Sus tropas vencieron con facilidad a los partos, rápidamente ocuparon su capital, Ctesifonte, y  declararon provincia romana a Mesopotamia. La anexión de Mesopotamia, supuso el punto de máxima expansión del Imperio, que iba desde el océano Atlántico hasta el golfo Pérsico.
Trajano disfrutó del tiempo que pasó en el ejército y se dice, que de haber sido más joven, hubiera seguido avanzando por Persia, siguiendo los pasos de Alejandro Magno.

Tras su muerte en agosto de 117 d.C. le sucedió Adriano, al cual había adoptado Trajano según se dice, aunque también se comenta que fue su mujer Pompeia Plotina quien le adoptó en secreto.

Trajano fue recordado como uno de los mejores emperadores que tuvo Roma, para algunos más que Augusto, ya que tuvo una gran relación con los senadores y con el pueblo romano y también porque consiguió  el perfecto equilibrio de ofrecer victorias gloriosas sin que ello afectara negativamente a la vida de los ciudadanos romanos. Destacar también que fue la única persona junto a Julio César, que fue enterrada en el Foro romano.



David Asensio Caramés

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